La calle está sumida en una profunda oscuridad, las luces de las farolas apenas dejan entrever las líneas de los pasos de cebra o los escalones de las aceras.
Un hombre ataviado con una gabardina marrón y playeras blancas aparece caminando a paso lento. Mira repetidas veces su reloj. De repente se para en uno de los cruces y observa a ambos lados sin avanzar. Saca su móvil y teclea bruscamente. Cuando comienzan las indicaciones: “diríjase 100 metros hacia el sur y habrá llegado a su destino”, reanuda la marcha. Se para justo delante de un estanco, saca un piti y se apoya en la pared.
Tras 5 minutos aparece otro hombre. Lleva un abrigo de lana y una bufanda que casi le tapa la cara. Se dirige hasta el estanco y se para. Ambos se miran largo rato, sin pronunciar palabra.
– Marc, me juraste que no lo volverías a hacer. Me prometiste mil veces que esa había sido la última vez.
– Lo sé hermano, pero tienes que entenderme. Acababa de perder el trabajo. Vicky se había marchado y estaba totalmente perdido. Te llamé y no me cogiste.
– Eso no es excusa Marc y lo sabes. ¿Te has parado a pensar lo que va a sufrir mamá? Tus fotos van a aparecer en toda la prensa. ¡Mira!
El hermano le muestra un puñado de fotos. Marc las aparta violentamente de su vista y se las tira al suelo. Se agacha a cogerlas y de repente Marc le suelta una patada en la tripa.
– ¡Jon, te dije que me cuidaras! ¡Que no me dejaras solo! ¡Y mira lo que me has hecho hacer!
Y vuelve a pegarle una patada, esta vez las playeras blancas se incrustan en la espalada y sigue increpándole palabras que apenas se entienden
-¡Era tu responsabilidad! ¡Joder! ¡Eres el puto hermano mayor!
-Marc, por favor, para. No sigas. Seguro que encontramos una solución. No te preocupes por mamá. No le diremos nada hasta que sepamos cómo solucionarlo.
Entonces Marc coge por la cabeza a su hermano y le obliga a mirar las fotos. En ellas se muestran niñas mutiladas, encadenadas, y todo está lleno de sangre.
– No Jon, esto ya no tiene solución.
Coge una pistola se apunta a la boca y dispara.
Las luces se encienden.
– Buen trabajo chicos. Seguimos para la siguiente escena.
-¡Maquilajeeee!
Muy bueno, ya estaba enganchado 🙂
Cada vez lo haces mejor, esta historia, es genial, un poco triste, pero es el dia, dia de la vida, besitos.